No todas las historias tienen un final feliz. Y ahí estamos para que muchos se den una segunda oportunidad.
Homenaje a Fátima:
Querida “dama bonita”. Así me llamabas. Pero yo siempre te repetía que esa eras tú, una “dama bonita arrinconada por la vida”.
No lo has tenido fácil. Elegiste caminos valientes pero complicados. Hoy decía un compañero que se te veía una mujer fuerte, pero esa era tu apariencia. Solo eras esa mujer dulce, cariñosa, trabajadora, vulnerable, sufridora y perdida dentro de tu corazón roto tantas veces.
Te vamos a echar mucho de menos… Muchísimo. Será difícil no buscar temprano en la mañana, al llegar a Imperfect, las sillas sobre las mesas, el suelo ya limpio, y tú pidiéndome tu café americano calentito.
Van a faltarme tus abrazos, tus risas, tu caminar inquieto. Vas a faltarnos a todos.
Solo deseamos que estés allí, en ese lugar donde se encuentra el descanso. Anhelo que ese Cielo del que hablamos el sábado esté regocijándose con tu presencia.
Querida dama bonita, Fátima querida, te echaremos de menos.
Aurora Cabezas